sábado, 4 de junio de 2016

GREGUERÍAS


-El pelo es el abrigo del cuerpo.

-El Sol es el flexo de la Tierra.

-El lápiz es el ilustrador de las ideas.




lunes, 30 de mayo de 2016

Poema futurista

Realizar mi trabajo
es más rápido si te utilizo
para hacer todo lo que necesito,
contigo tengo la comodidad
de en un instante buscar
sabiendo que un resultado
me vas a dar.

Me has ayudado a viajar,
a chatear y a cientos de cosas más

Sé que gracias a ti,
he conocido a gente
de diferente país y cultura,
lo que me ayuda a entender,
cada forma de ser.

De verdad,
muchas gracias Internet.


sábado, 23 de abril de 2016

¿Cómo que no existo?

¿Puedo soñar contigo?

Autor: Blue Jeans

Esta, es la tercera novela de la saga, la continuación de una fascinante historia de un grupo de jóvenes llenos de problemas adolescentes.


RESUMEN



El grupo de Incomprendidos vuelven a vivir nuevas aventuras, algunas juntos y otras separados, pero gracias a ello cada vez están más unidos. Raúl ha resultado ser el finalista del concurso de cortos al que se había presentado y tiene que viajar dos días a Valencia para la gala final, separándose de Valeria, que volverá a encontrarse con César y la traerá de cabeza en cuanto a sentimientos.
María sigue descubriendo y disfrutando de lo que siente por Paloma, sus amigos ya saben su secreto y la apoyan en todo; pero su homosexualidad no será bien vista por ciertas personas.
Bruno está saliendo con Alba aunque sigue sin olvidarse de lo que siente por Ester, que está conociendo a un chico de se clase, el cual no le cae nada bien a Bruno.
Y finalmente, Eli ha regresado al instituto. Casi todos los miembros del grupo la han perdonado, excepto Valeria y Raúl que no pueden olvidar lo que les hizo.
Existen nuevos desafíos, nuevas dudas y extraños sentimientos.

Raúl continúa siendo el chico romántico y simpático que se desvive por Val y sólo piensa en ella. Valeria, aunque está ciegamente enamorada de Raúl, con la llegada de César empieza a cuestionarse si sus sentimientos por ese chico que sabe siempre como hacerle sonreír son sólo amistad, o hay algo más; los días separadas de Raúl servirán de precedente para aclarar sus sentimientos.


DIÁLOGO:
(protagonista Valeria)

Estaba en el salón de su casa, sentado en una silla y con el ordenador delante, era su sitio favorito por excepción, ahí creaba maravillosas historias con a veces rebeldes personajes. Estaba trabajando su nueva novela, "Tengo un secreto", cuando de pronto escuchó sonar el timbre.
Riiiiiiinn -Sonó varias veces hasta que llegó a la puerta-
-Hola, buenas tardes Francisco (Blue Jeans), ¿me conoce? -Preguntaba Valeria con cierta ironía-
-Emmm vaya, pues no sé exactamente. -Decía Fran en tono dubitativo- 
-Soy alguien que conoces perfectamente, me has creado tú, aunque ya me podrías haber puesto más pechos...
-¿Qué? ¿Valeria? Esto no puede ser real. -Decía el autor totalmente sorprendido-
-Así es, tengo que comentarte un par de cosas. -Comentaba ella tan tranquila-
-Sí claro, pasa, supongo. -Dijo aún anonadado-

Se sentaron cómodamente en el sofá y Francisco le sirvió churros con chocolate, ya que sabía perfectamente que era su tentenpié favorito. La chica agradecida le empezó a hablar:

-Pues a ver, la verdad es que te has cebado mucho conmigo, ya te vale ponerme a dos chicos impresionantes a mi alcance... Quiero que, cambies parte de tu historia y que me dejes marcharme con Raúl a Valencia, poder tener un romántico viaje y así no pasará nada con César, y dejaré de tener ese lío en la cabeza. -Le decía con tono exigente-
-¡Pero Valeria! ¡No puedo hacer eso! El libro perdería toda su esencia y no sería tan intrigante... -Se quejaba-
-Pues si no cambias esto, no voy a participar en tu libro. -Dijo rotundamente Valeria-
-¿Qué? ¡No puedes hacer eso! -Exclamó cada vez con la voz más alzada-
-Claro que puedo, empezaré a ser un personaje plano y no haré nada de lo que me digas.
-Bueno Valeria, podemos hacer un acuerdo...
-Ah y espera, Raúl tiene que ganar el concurso. -Añadió Val-
-¿Cómo? No puedo cambiar todo eso, ¡me llevaría varios días y además perdería todo el sentido! -Gritaba Fran-
-¡O lo haces, o me voy! -Exclamó secante-
-Está bien... Pero tendrás que empezar a llevarte mejor con Meri, que aunque sea tu hermanastra ahora, sigue siendo la chica de antes.
-Bueno vale, pero tampoco te esperes demasiado. -Dijo Val con tono de niña pequeña-
-Venga y ahora márchate, que es la escena dónde Raúl y tú os saltaís historia. -Le obligó Fran-
-OK, más te vale cumplir lo que hemos hablado. -Decía ella mientras se marchaba-
-Por supuesto, y no te pongas más veces rebelde. Adiós. -Se despidió-
-Chao.

Se marchó y la trama del libro cambió por completo. ¿Habría hecho bien el escritor haciéndole caso a Valeria? ¿Está bien entrometerse en el pasado? ¿Habrá consecuencias?
Lo leeremos en su próxima novela.




martes, 1 de marzo de 2016

DULCE POESÍA PARA TIEMPOS AMARGOS

Antonio Machado es el protagonista de unos relatos emocionantes en los que se enfrenta a una terrible guerra civil en 1936, pero sigue escribiendo lo que le apasiona, la poesía. Cambia de ciudad muy constantemente, Valencia, Barcelona, territorios franceses… y todo ello para esquivar las persecuciones del ejército nacionalista.


En 1931, al proclamarse la República, Machado consigue una cátedra en el Instituto Calderón de Madrid. Pasará más tarde al Instituto Cervantes. Su vida en Madrid durante los años republicanos se caracterizó por el estudio y los paseos con sus hermanos. En colaboración con su hermano Manuel escribió muchas obras de teatro en verso, como por ejemplo: La Lola se va a los puertos, Amor al vuelo, Juan de Mañara, etc.

La tercera edición de las Poesías completas apareció en 1933 y en 1934, con el Diario de Madrid  y los primeros pensamientos del profesor que se vislumbró la figura de Machado. Luego esas prosas se recogieron en el libro de Juan de Mairena, el cual consta de disquisiciones de metafísica, lógica y filosofía. A partir de 1936, “Juan de Mairena” dirigió su atención a las cuestiones políticas ligadas a los acontecimientos trágicos de la Guerra Civil.

Cuando comenzó la Guerra Civil, Antonio Machado se puso al servicio de la República. En noviembre de 1936 fue evacuado con su familia a Valencia. Luego, en 1938, ante el avanece del ejército nacionalista Machado y su familia volvieron a ser evacuados pero esta vez a Barcelona. El título de su último libro, Poesías de la guerra, refleja los años trágicos en que fue escrito. A finales de la guerra, en enero de 1939 Machado cruzó la frontera francesa acompañado de su ya anciana madre. El 22 de febrero de 1939, murió en el exilio de Collioure.

Según Machado, el elemento poético es una palpitación del espíruto; dijo también la poesía que escribió para la antología castellana que, “la poesía es la palabra esencial en el tiempo”. La esencialidad y la temporalidad son los dos pilares que sujetan la poesía de Machado. Sus poemas están impregnados de una auténtica humanidad, porque lo universal en él parte siempre de las particularidades de un individuo.

Antonio Machado prefería formas métricas sencillas como el romance y el cantar, siempre con rima asonante. Sus poemas nos enseñan el sentir estético de la Generación del 98, es decir, la expresión fácil de las profundas emociones humanas. En sus obras hay temas característicos de dicha generación: pesimismo de la situación del país, la esperanza de una España mejor, etc. Su poesía nos conduce a los recuerdos de su niñez en Andalucía; incluye muchas opiniones personas y usa variación de símbolos como las fuentes, el camino, el viajero solitario y los ríos.




Prensas republicanas de aquella época anunciando el apoyo de Antonio Machado.



La familia de Antonio Machado casi al completo.



lunes, 22 de febrero de 2016

Relato modernista

Este es mi relato modernista a la manera de Rubén, espero que os guste:


El cielo está brillante pero a la vez sombrío, con tonos gélidos y pinceladas anaranjadas; el aire quema y el atardecer viene con calma pero sin pausa, abordándome otra vez aquí solo. Un relato triste… así como para cautivar las melancolías de decenas de seres humanos o tal vez solo vivos, porque el hombre deja de ser hombre cuando permanece en soledad para convertirse en eso, un simple ser que continúa vivo o al menos consigue respirar.
Había una gran isla de territorios Americanos a la que llamaban algo así como “Jamaica”. Donde abundaban las altas palmeras con sus grandes hojas verdes, el color de la esperanza, algo que estaba dejando de existir en mí.
Aquel dichoso día en el que mi persona decidió poner rumbo a explorar un poco del precioso mundo que me rodeaba y del que desconocía la gran mayoría de exóticos rincones, empezó la aventura que me arrebató hasta mi último aliento. Con mi pequeña barca en forma de triángulo equilátero partí desde mis preciadas tierras. Tras largos días de intensa navegación, fuertes oleajes, algunos asaltos de temerosas criaturas marinas, temperaturas ariscas y bastante desfavorables, me dí cuenta de que era de mi necesidad conseguir comida y poder dormir sobre algún terreno llano y no flotable. Encontré a los lejos una hermosa isla desierta en la que desembarqué.


Me establecí en aquel hogareño y agradable lugar; recolecté y conseguí encontrar numerosos alimentos aunque con mi increíble maña, y no es por alardear, no me costó más que varios días. Hasta me instalé en una pequeña cabaña hecha por ramas de árboles y algunas de las hojas mencionadas anteriormente.
Venía en busca de lugares distintos a lo que conocía pero me dí cuenta de que me sentía muy solo. Por las noches hacía un frío me atrevería a decir invernal y mis bajas defensas me hicieron de notar enseguida que no podía permanecer mucho más tiempo allí. Pasaron tantos días así…¿dos semanas?¿tres? no, supongo que algo más de un mes. Mi barca despareció al poco de llegar por las intensas y horripilantes lluvias, y mis intentos de crear una nueva fueron en balde. Estaba atrapado allí y todas las circunstancias me impedían escapar. No podía estar más tiempo solo, acostumbrado a una familia de cinco muchachos y una bellísima esposa… Me estaba volviendo realmente loco. Oía voces en mi cabeza todas las noches, era como si las personas más queridas para mí, estuvieran gritándome atrocidades al oído. No logro recordar lo que me decían, tal vez me rogaban que saliera de allí, o quizás solo me querían advertir de algo, pero fuera lo que fuere, dejé de creerme que eran producto de mi imaginación pues, la inmensa soledad que sufría estaba empezando a acabar conmigo, y sigilosamente, lo terminó consiguiendo.
El rincón del que me había enamorado se convirtió en la pesadilla de la que nunca pude escapar.